Reglamento

Para establecer el “jugador mano” en el primer juego, al comienzo de la contienda, como detalle de cortesía, so ofrecerá este privilegio a los jugadores visitantes; aunque también puede servirse de “mus corrido” y quién lo corte será mano.

· El jugador situado a la izquierda del “mano”, después de bien barajadas las cartas, las ofrecerá a cortar al jugador de la izquierda, quién al cortar no podrá levantar ni dejar menos de tres cartas.

· Cualquier jugador podrá solicitar barajar las cartas en cada jugada, pero siempre el último en hacerlo será el jugador situado a la izquierda del “mano”, quién después de bien barajadas las cartas ofrecerá cortar al jugador de su izquierda.

· Las cartas se darán siempre por arriba y nadie las mirará o recogerá hasta terminado el reparto.

· En el momento en que se acaben las cartas del mano sin haber podido completar la mano de todos los jugadores, se tomarán y barajarán los descartes de todos, salvo cuando sea un solo jugador el que falte, en cuyo caso queda su descarte aparte, completándose sus cartas con las de los demás jugadores.

· Si al terminar de dar las cartas en el reparto inicial se advierte que algún jugador tiene cartas de más o de menos, se cogerán todas y vuelve a darse otra vez. Si el que tiene el defecto o el exceso es el “postre”, es decir, el que las ha dado, se le quitará por un jugador contrario, hasta dejarle con cuatro.

· Si alguno tuviera más de cuatro cartas, después de producirse algún descarte y antes de comenzar la jugada, se le quitará por un jugador contrario, hasta dejarle con cuatro.

· Si algún jugador no se hubiera percatado que tenía más o menos de cuatro cartas, hasta finalizar la jugada, no se anotará ninguna piedra, restándole las que pudiera haber conseguido en el juego, si la hubiera sacado, aunque fuese con la jugad de su compañero.

· Si el jugador que da las cartas, al hacer la distribución inicial en cada juego parcial, descubre una de estas inadvertidamente, hay “mus visto” obligado, pudiendo quedarse servido quien lo desee, sin ir al descarte; pero si uno o más jugadores quedan servidos, no podrá haber un segundo descarte.

· Si una pareja fuese “mano” dos veces seguidas, será válido, ya que el error viene por parte del jugador contrario, que dio las cartas.

· Ningún jugador podrá descartarse antes de que llegue su turno de juego y no se deben recoger las cartas hasta el final del reparto.

· Una vez comenzada la partida, la misma se jugará ininterrumpidamente, salvo motivo justificado y siempre con la aprobación de la pareja contraria, hasta que se proclame una pareja vencedora. Nadie puede levantarse ni abandonar su puesto, aunque sea momentáneamente y no se admite el cambio de personas hasta finalizar totalmente la partida. Si fuera lo contrario, se considerará abandono y partida perdida por quien abandonase por 4-0.

· Una vez que un jugador anuncia una jugada ( paso, envido, órdago, etc. …) ya no puede volverse atrás en su decisión. Sin embargo, un jugador puede aconsejar a su compañero en voz alta que se de mus, que envide, que eche órdago o lo que crea más conveniente, consejo que el otro, puede seguir o no.

· Cada lance de cada jugada, debe decidirse en el plazo máximo de un minuto.

· Si un jugador canta “pares” o “juego” no teniéndolos, y se produce un envite, lo ganan los contrarios, aunque los pares o el juego del compañero del que se equivocó sean superiores a los del contrario.

· Si un jugador no cantase “pares” o “juego” teniéndolo, no se tendrá en cuenta y por lo tanto no se anotará ninguna piedra de estos lances este jugador, pero si su compañero tuviera y lo hubiera anunciado, se anotará las suyas solamente. Si una pareja no cantase “pares” o “juego” y luego tuvieran ambos o uno de ellos, los contrarios se anotarán una piedra “porque no” y las que les pueden corresponder de la jugada natural.

· El jugador que olvide llevarse una piedra que le corresponde, pierde el derecho a hacerlo en el momento que se recoge la baraja para distribuir las cartas de la siguiente mano.

· Querer un juego con 33 supone aceptar la apuesta comprometida, aunque se diga “quiero y no pierdo” o aunque sea postre.

· Si se hace un envite muy fuerte, aunque sea muy superior a las 40 piedras u 8 amarracos de la partida, y un jugador lo acepta, el juego no se gana ni se pierde todavía, y hay que continuar jugando hasta el final, ya que solo cesa el juego terminándose en caso de “órdago” aceptado por otro jugador, y gana el que tenga mejores cartas a la jugada que se dio el “órdago”.

· No se podrá enseñar las cartas bajo ningún concepto hasta que se haya terminado el juego, que entonces si que estarán obligadas las dos parejas a enseñar las cuatro cartas, aunque esta no tenga ningún valor que anotarse.

· La cuenta del tanteo se hará solamente por parte de un jugador de cada pareja, realizándose en voz alta.

· Cuando al final de un juego parcial una pareja de compañeros ha alcanzado o sobrepasado las 35 piedras, uno de ellos deberá decir “adentro” y a continuación se echan todos los amarracos al centro de la mesa. Esto tiene como objetivo avisar a los jugadores contrarios de la situación.

· Las únicas señas válidas son las recogidas en el reglamento del mus y que son las siguientes: DOS REYES, DOS ASES, MEDIAS, TRES ASES, DUPLES, TREINTAIUNA, CIEGAS

· No vale preguntar por señas ni “La 31 Real”.


 
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