Redacción
sábado, 18
«Los rumores circulados
insistentemente durante la noche del 17,
referentes a la sublevación de
las tropas que guarnecen las plazas del
Protectorado, tuvieron ayer mañana
confirmación facilitada por el
mismo Gobierno, que en las diversas emisiones
de Radio Madrid hizo referencia a dicho
levantamiento. Durante todo el día
circularon rumores de que en distintas
ciudades españoles se propagaba
el movimiento y aun posteriormente se
confirmó alguna de estas noticias,
así en Sevilla, en donde el mismo
Gobierno, por medio de la radio, hubo
de reconocer la existencia de la subversión.
Asimismo pudo comprobarse que la subversión
afectaba a las fuerzas de aire, mar y
tierra.
También se dijo que fuerzas de
Regulares y del Tercio, que prestan servicio
en África, habían salido
con dirección a la Península.
[...]
Por la tarde, los centros oficiales –Gobierno
civil y Diputación, especialmente–,
continuaron custodiados por la Guardia
civil. Estas fuerzas, tanto como las de
Asalto y Seguridad, estaban armadas de
tercerolas y mosquetones. La tensión
del público, a medida que avanzaba
la tarde, iba en aumento, circulando rumores
de todas clases. Se esperaban las noticias
radiadas con verdadera ansiedad. El aspecto
de la ciudad, que durante todo el día
fue expectante, se trocó paulatinamente,
aumentando el nerviosismo. Hacia las seis
y media se conoció la noticia de
que se habían recibido órdenes
superiores para que se trasladase a Madrid
una de las compañías de
Asalto de esta plantilla.
En autobuses urbanos, previamente requisados,
se trasladaron los guardias al cuartelillo
alto en la plaza de las Tenerías.
Frente al edificio de la Prevención,
en la calle de Mendizábal, se estacionó
numeroso público.
Poco después, la gente que transitaba
por la plaza de Zorrilla vio venir una
camioneta de guardias de Asalto con la
tercerola al brazo y dando gritos de «Viva
España». Al estupor que se
produjo en los primeros momentos siguió
inmediatamente una reacción, y
la gente que se había metido atropelladamente
en los portales salió de ellos
para corear los gritos de los guardias.
Las fuerzas de Asalto regresaron de la
plaza de Tenerías al centro de
la población por diversos lugares.
Lo sucedido fue que los guardias se negaron
a salir de Valladolid con dirección
a Madrid que, al parecer, eran las órdenes
recibidas.
Algunas fuerzas regresaron al cuartelillo
de la calle de Mendizábal y reunidos
se dispusieron a mantener el orden montando
estrechos servicios de vigilancia en las
calles adyacentes al mencionado cuartelillo.
[...]
A las doce y media salieron a la calle
fuerzas del regimiento de Farnesio número
10 de Caballería con objeto de
proclamar la ley marcial.
Los escuadrones, a su paso por la calle,
eran acogidos con aplausos y con gritos
de «Viva España».
Fueron tomados militarmente el Gobierno
Civil y otros centros oficiales, así
como la estación del Norte, Telégrafos
y Correos.
Del primer centro oficial se hizo cargo
el general don Miguel Ponte y de la División
el general Saliquet.
Desde media noche la tranquilidad renació
en la ciudad.»
[...] |