Redacción
Valladolid. sábado, 1
«La voz del Caudillo sonó
ayer enunciando en el parte oficial de
guerra las últimas palabras, las
de la paz. El primero de abril de 1939
se anuncia como el día y el año
de la victoria y, en esta palabra, VICTORIA,
se encierra uno de los hechos más
culminantes de la Historia de España.
Franco ha sido el autor y nosotros, actores
y espectadores del magno acontecimiento,
hemos vivido un periodo que pasará
a la Historia del mundo como uno de los
más grandiosos y decisivos.
Día a día el parte oficial
de guerra, que redactaba el propio Caudillo,
fue dando puntualmente y con veracidad
absoluta el balance de la epopeya. Todos
los españoles, a esa hora de la
noche, vivían pendientes de la
radio, aguardando la palabra justa y precisa
que narraba el valor, el sacrificio, el
heroísmo y la sabiduría
de nuestro Ejército. Rosario magnífico
de emociones y de entusiasmos, que metía
en un puño el interés y
la emoción de los miles de corazones
que vivían pendientes de esta comunicación
diaria. Cuando se escriba la historia
de este periodo, que no tiene par en grandeza,
el historiador encontrará el dato
preciso no más que recorriendo
la línea de estos partes, en los
que jamás se veló la verdad
y en virtud de los cuales los españoles
supieron cada día la realidad viva
y palpitante de la guerra.
Ayer sonó el último parte
oficial, con esa palabra, FIN, que remata
el verso definitivo del poema. La guerra
ha terminado y, solemnemente, la voz del
Caudillo lo proclama a través de
las ondas, poniendo remate decisivo a
esta Historia magnífica que, día
a día, fueron desgranando los españoles
en ciudades y aldeas, en campamentos y
hospitales.
Toda la confianza y la fe de los españoles
en el Caudillo tuvieron ayer la correspondencia
de la noticia final, la noticia de la
paz, dictada por el artífice de
la victoria. España sintió
ayer un minuto de emoción que pasará
a la Historia como un minuto decisivo.
Último parte
Radio Nacional de España radió
ayer el siguiente comentario:
«El último parte.
»Con lágrimas en los ojos
recibimos hoy el último parte oficial
de guerra del Cuartel General del Generalísimo.
[...]
»Había la impaciencia del
parte, y todos los españoles sabíamos
que buena señal era que Radio Nacional
nos entretuviese durante largos minutos
con ‘música variada’,
esa música variada de nuestra poco
variada discoteca de guerra. [...]
»El parte de guerra ha sido la cosa
que más ha hecho sentir a los españoles
su comunidad, su unidad de destino. De
un parte de guerra dependía siempre
la vida de un hijo, la vuelta a la casa,
el rescate de la familia. Un parte de
guerra nos hacía recorrer con más
amor que nunca el mapa de España
y nos grababa para siempre esos nombres
gloriosos, que no son las grandes ciudades,
sino los de pueblos humildes: Belchite,
Teruel, Brunete, Gandesa, Badajoz...
»En el parte oficial se veía
cómo la máquina enorme,
el organismo gigantesco de un Ejército
creciente, que ha llegado a los cientos
de miles de hombres y al material más
perfeccionado, era una cosa dócil,
disciplinada, manejada hábilmente
por el pulso firme de nuestro Caudillo
Franco.
»En el parte oficial hemos aprendido
que la Patria no se hace en un día
y que la constancia del triunfo diario,
de la diaria preparación para el
triunfo del día siguiente, son
las bases para conseguir la Patria fuerte
y libre.» [...] |