150 años de historia
LAS PERSONAS
LOS ORÍGENES
  1856-1866
  1867-1876
  1877-1886
LOS ALBA
  1887-1896
  1897-1906
  1907-1916
  1917-1926
  1927-1936
  1937-1946
  1947-1956
  1957-1966
ROYO-VILLANOVA Y ALTÉS
  1967-1976
  1977-1986
GRUPO CORREO-VOCENTO
  1987-1996
  1997-2006
 
 
LOS ALBA
 
  Un paseo por la década
 
CONTENIDO
  Nuevos redactores
  Las ostras de Zorrilla
Periodistas del nuevo siglo. De pie, el ordenanza Gabriel Aragón, De la Loma, Rafael Gutiérrez, Francisco Sánchez Granjel, Francisco Carmona, Segundo Cernuda, Francisco López Ordóñez, Venero, Nicolás Pedrosa y Tomás Gutiérrez Perrín. Sentados, el padre Valbuena, Darío Velao, aún director; José Borrás y Ricardo Allué Morer, redactor jefe.
Nuevos redactores
Fernando Bravo
.
La redacción se puebla de nuevas plumas entre las que descuellan grandes literatos, que hacen votos por sacudirse el peso de los políticos
.
LAS PERSONAS

Ricardo Allué Morer
Llevaba una década en el periódico cuando sustituyó a Velao en la dirección.

Narciso Alonso
Cortés
Colaborador. Publicó versos inéditos de Zorrilla

Pedro Carreño
Empezó como gerente y terminó como crítico taurino.

...................................

 

Nunca hemos tenido la pretensión de dirigir al público y ejercer sobre sus gustos y sobre sus opiniones ningún género de tutela: pero hemos procurado, con toda lealtad, reflejar sus apiraciones, viviendo en constante comunicación con el alma castellana para recoger sus anhelos y sus esperanzas, sus inquietudes y sus quejas».
La puesta en marcha de la primera rotativa, en enero de 1912, fue una oportunidad que la redacción no desperdició para renovar en público su compromiso con la información, la cultura y el desarrollo de «la misión educadora de la prensa, por lo mismo que mucha gente no tiene medios de leer libros y revistas, y es el periódico el único medio de poner en contacto sus espíritus con el mundo exterior».
Aquel 1 de enero de 1912, con Royo Villanova compartiendo la dirección con Darío Velao, y Ricardo Allué Morer a punto de relevarles, el periódico publicaba en primera página un editorial –‘Por Castilla’– en el que resumía el compromiso de la empresa con sus lectores, intentando sacudirse, acaso, el peso político de su editor, Santiago Alba.
«No puede ser la prensa un medio, sino un fin. No puede ser el periódico arma política ni hoja sectaria. Más amplios horizontes debe tener la prensa, cuando aspira a que todos la lean y a que todos encuentren en ella el eco de sus aspiraciones, y no el rígido dogmatizador político que quiere imponerle su criterio».
Los responsables de velar por este compromiso integraban una nómina de nuevo plagada de ilustres escritores y profesionales del Derecho vinculados en muchos casos a la Universidad pero, también, a la política.

Al frente, Ricardo Allué
En 1912 Royo Villanova estaba entregado a la política y Darío Velao, a punto de dejar aquella codirección por su inminente traslado a Madrid. Ricardo Allué tomó el relevo al frente de la redacción de un periódico en el que ya firmaba en la primera página Francisco de Cossío. Sus ensayos ‘Los falsificadores de gloria’ o ‘Escuela de arribistas’ alternaban en la portada con colaboradores como Elena Fortún, que se descolgaba con artículos como ‘Sobre el club feminismo español’. Una primera página animada también por las viñetas de Geache.
Ricardo Allué Morer (Valladolid, 1874), un abogado que había ingresado en el periódico en 1901 como redactor, alternó el periodismo con cargos en la Administración provincial y después en Madrid. Antes de desembarcar en El Norte, había sido redactor en ‘La Crónica Mercantil’ y dirigió ‘El Ideal’, de Jaén, y ‘el Español’, de Córdoba.
Poco después de asumir la dirección de El Norte, Allué se desplazó a México para casarse con Josefina Chico. El asunto le tomó su tiempo –tardó un año en volver– y durante este periodo le sustituyó como director interino el redactor jefe Justo González Garrido, otro abogado, este de Medina de Rioseco, que había debutado como periodista en el semanario ‘La Crónica de Campos’. González Garrido publicó numerosos libros sobre viajes pero, especialmente, sobre asuntos relacionados con Castilla.
Allué tuvo una gran relevancia social: fue secretario de la Junta de Gobierno de Abogados, académico de la Real de Bellas Artes y presidente honorario del Ateneo y de la Asociación de la Prensa. En periodismo destacó por su información agraria y fue miembro del comité ejecutivo del Congreso Cerealista celebrado en 1927 en Valladolid. En política, albista sin fisuras. Cuando Federico Santander le sustituyó en la dirección en 1926, Allué siguió siendo redactor de la sección agrícola y trabajos como los ‘Números de las cosechas’ recibieron un gran reconocimiento. Allué murió en 25 de octubre de 1927.

Alonso Cortés, Cernuda, Pedro Carreño...
Hasta principios de siglo XX, la personalidad de los editores, comprometidos como estaban con la propia información, eclipsaron casi siempre a los redactores de base, a los corresponsales y colaboradores. Pero el panorama cambió con el crecimiento del diario –tanto en difusión como en el número de páginas– y la ampliación de la nómina de la redacción. Una ampliación que lo fue en mayor medida en la calidad de sus firmas que en la cantidad.
Narciso Alonso Cortés (Valladolid, 1875), poeta, periodista, doctor en Derecho y Filosofía y Letras, catedrático y miembro de la Real Academia Española, publicó sus primeros versos a los diez años en un semanario local. El profesor Altabella fecha en 1901 su ingreso en El Norte como redactor, aunque probablemente su vinculación al rotativo se limitaba a sus colaboraciones. Según los expertos, su biografía de Zorrilla no solo es la mejor etopeya crítico-literaria dedicada la poeta vallisoletano, «sino el paradigma ejemplar del modo en que debe cultivarse este género».
Uno de los redactores destacados de esta época fue Segundo Cernuda, periodista y escritor vallisoletano que se inició en la profesión en periódicos como ‘¡Velay!’ y ‘La Bruja’ y llegó a dirigir ‘La Linterna’ y ‘El Coco’. Fue redactor de ‘La Libertad’ y al ser absorbido por ‘El Norte’, pasó a ser redactor del diario decano, entre 1905 y 1911. Cernuda dirigió también durante cinco años el semanario ilustrado ‘Castilla’ y fue miembro fundador de la Asociación de la Prensa de Valladolid. Colaborador de numerosos periódicos de provincias y de un popular ‘revistero’ de toros, con el seudónimo de El Tío Paco, dirigió durante algunos años ‘Valladolid taurino’. También hizo revista de toros en El Norte y, cuando fue trasladado a Madrid como funcionario de Instrucción Pública, para pasar a ser secretario político de Royo Villanova siendo este director de Primera Enseñanza. Fue redactor jefe del semanario madrileño ‘Palmas y Pitos’.
Unos años después de su marcha, la crónica taurina quedó en manos de Pedro Carreño Guerra, ‘El de tanda’, redactor que empezó en el periódico como administrador gerente y más tarde fue administrador general de la Electra Popular Vallisoletana. Carreño Guerra, que se distinguió por su buena pluma y gracejo, se hizo cargo de la sección taurina hasta su muerte, en 1939.

.
Las ostras de Zorrilla
Narciso Alonso Cortés | Artículo publicado el 23 de enero de 1912, al cumplirse 19 años de la muerte de José Zorrilla
.

Narciso Alonso Cortés, en una fotografía de 1970.

El director de El Norte habrá de perdonarme si no respondo a su requerimiento escribiendo alguna cosa sobre nuestro Zorrilla, «degli altri poeti onore e lume». Buen deseo y materiales, me sobran; pero me falta tiempo. Me conformaré con entresacar de mis papeles unos versos autógrafos e inéditos del poeta, y eso saldrán ganando los lectores.
Claro está que a Zorrilla se le debe más, mucho más, y yo me preparo a hacerlo en la medida de mis fuerzas. Precisamente en carta que recibí días atrás, un literato de los viejos, de reconocido mérito, se lamentaba del olvido en que van cayendo aquellos hombres de la pasada centuria. No ocurre lo mismo fuera de España, por mucho que evolucionen las ideas literarias. Díganlo los mismos redactores del ‘Mercure de France’, editando y comentando desapasionadamente a los autores del siglo XIX.
Nosotros olvidamos a Zorrilla; en cambio Ricardo Dehmel, el autor de Erlosungen, y a quien la crítica moderna considera como el Verlaine alemán, imita al poeta vallisoletano. Nosotros no analizamos la obra de nuestros escritores; en cambio el sueco Eduardo Lidforss, catedrático de la Universidad de Lund, publicaba no hace mucho en la revista Nordisk Tidskrift un estudio sobre Núñez de Arce.
Quédese, pues, lo que he de decir sobre Zorrilla, para un libro extenso y minucioso que preparo. Y a propósito. Mi agradecimiento será grande a todo el que me proporcione noticias, datos, copia de cartas y documentos, etc. que sirvan para esclarecer la biografía del poeta.
He aquí ahora los versos. Están escritos con motivo de la muerte de un niño:
«Angel que quise visitar la tierra,/ tomé un cuerpo mortal; mas su morada/ no hallando grata, devolví a la nada/ mi polvo corporal, que aquí se encierra./ Mi parte espiritual, mi ser divino,/ al cielo se volvió de donde vino./ Tú que en la tierra quedas, no me llores;/ en mi tumba, al hallarla en tu camino,/ lágrimas no derrames, sino flores.»
Al lado de este autógrafo encuentro otro papel. Es una prescripción médica, escrita en letra para mí muy familiar, y al pie de la cual puso el poeta: «Los días de lectura, a las cuatro, y comer a las cinco –Ostras y carne, sin postres de queso, fruta, etcétera–.
Eso sí; las ostras, que no faltaran. No en vano dice el doctor Thebussem que Zorrilla «hacía zafarrancho» en las ostras.

 

© El Norte de Castilla
El Norte de Castilla Digital S.L. B-47468152
C/ Vázquez de Menchaca 10, Polígono de Argales, 47008 Valladolid
Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción, distribución, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa.