Ampliación.
Imagen de la máquina Koenig&Bauer
tras su ampliación. Al fondo, a la
izquierda, se aprecia la superior altura
de la rotativa respecto a 1912, así
como los engranajes que corresponden al
cuerpo añadido.
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puesta al día
Antonio g. Encinas
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La Koenig&Bauer crece
un poco más y permite, desde el verano
de 1930, aumentar la tirada hasta las 12 páginas
diarias
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LA TÉCNICA
Adaptación
Un cuerpo más permitía
pasar de tirar 8 a 12 páginas
diarias. La Koenig&Bauer estuvo
en servicio de 1912 a 1960.
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Anuncio.
El Norte advirtió durante varios
días de las reformas en sus
talleres.
La historia
de las rotativas de El Norte ofrece algunos
datos contradictorios, que parecen aclararse
tras un análisis de las fotografías
disponibles en el archivo y de las páginas
del propio periódico. Según
algunos historiadores, el diario adquirió
una Koenig&Bauer en 1912, otra máquina
de la misma fábrica en 1930, y
después, desde 1960 a nuestros
días, una Winkler Fallert, una
Goss y la actual Harris. Esta conclusión
se extrae, a buen seguro, del anuncio
publicado en 1930 por el periódico,
que durante unos días explica,
en un aviso a una columna, una última
adquisición que va a permitir ampliar
el número de páginas de
El Norte hasta las 12 diarias.
Choca, en primer lugar, comprobar la escasa
repercusión que el periódico
ofrece entonces en sus páginas
sobre lo que se ha venido describiendo
como la adquisición de una rotativa
nueva. Apenas una reseña repetida
durante varios días en los que
informa de que «[El Norte,] ante
la necesidad de aumentar diariamente sus
páginas, […] ha adquirido
una nueva rotativa, Koenig&Bauer».
Es una constante en la prensa escrita
que cada vez que un periódico cambia
de maquinaria abunda en las explicaciones
sobre las innovaciones tecnológicas
que supone esta inversión. Lógico,
puesto que es el elemento que supone un
mayor desembolso de cuantos intervienen
en la producción. De hecho, El
Norte ha dedicado páginas especiales
a cada nueva rotativa que ha pasado por
sus talleres, salvo a esta ‘nueva’
Koenig&Bauer de 1930.
En 1954, en un número especial
con motivo del centenario del periódico,
se ilustra un artículo de Francisco
Antón –reproducido en la
página 90 de este especial–
con la misma foto que aparece sobre estas
líneas. El pie de foto publicado
entonces reza: «La rotativa, cuya
inauguración en 1912 da motivo
a Francisco Antón para este ameno
artículo». El archivo fotográfico
también arroja otra pista similar.
En la otra instantánea que se conserva
de esta máquina, aunque muy oscura,
se puede observar cómo un operario
trabaja en la parte superior de la máquina
mientras unos cuantos espectadores lo
presencian.
La fábrica Koenig&Bauer todavía
continúa con la misma actividad,
bajo las siglas KBA. Sus archivos fueron
destruidos casi por completo en el año
1945, por lo que resulta imposible cotejar
las imágenes de El Norte con los
esquemas de los modelos que entonces fabricaba
KBA. Sin embargo, tras examinar detenidamente
las imágenes de la rotativa inaugurada
en 1912 –página 88–
y la superior, Joaquim Mechler, encargado
del fondo documental de la marca alemana,
considera que «la teoría
parece cierta, es tan solo una rotativa
a la que se ha añadido un cuerpo
más». De la misma opinión
es Víctor Yáñez,
jefe de la planta de impresión
de El Norte.
Como conclusión, la Koenig&Bauer
fue la primera rotativa del periódico,
y la única desde 1912 hasta 1960,
fecha en la que se sustituye por una Winkler
Fallert. En la imagen superior se aprecia
cómo en su parte izquierda es mucho
más alta que en las instantáneas
de 1912. Además, se observan cinco
engranajes cubiertos por una carcasa –los
mismos que aparecen en el cuerpo inferior–
y una manivela o volante que queda escondido
tras la barandilla, exactamente igual
que en los otros dos cuerpos.
Este añadido permite, efectivamente,
que El Norte de Castilla empiece a tirar
números de hasta 12 páginas,
aunque no lo hará a diario hasta
pasados varios meses. En cuanto a los
«números extraordinarios
en bicolor» a los que alude el anuncio,
eran técnicamente posibles, pero
tan solo existe en algunas biografías
una referencia de algunos ejemplares que
se imprimieron durante la guerra con una
banda a color, y cuyo destino era el frente
de batalla. Además, se publicaron
algunos anuncios en dos colores, si bien
el procedimiento era aún demasiado
rudimentario y excesivamente costoso.
.
la radiotelefonía
Antonio g. Encinas
.
Éxito.
Los anuncios de receptores
son frecuentes.
El 7
de marzo de 1934 comienzan las
emisiones regulares de la radio
local en Valladolid, que El
Norte saluda con cordialidad
en medio de un ambiente de expectación
El siglo XX ve nacer tres nuevos medios
de comunicación, la radio, la televisión
e Internet. A cada nuevo avance se sucedía
un augurio de cataclismo, de fin de la
prensa escrita, aunque en el caso de la
radio su entrada en Valladolid fue saludada
con cortesía y optimismo por El
Norte de Castilla. Ya antes de que la
emisora EAJ-47 comenzara sus emisiones
en pruebas, la programación de
Unión Radio ocupaba su lugar en
las páginas de ‘agenda’
del periódico. El 7 de enero de
1934 se anunciaba la inminente puesta
en marcha de la emisión en pruebas,
y el periódico citaba para ello
a una revista, ‘Radio Valladolid’.
«Según dicha revista es posible
que esta noche, de nueve y media a diez
y media, radie su primer programa en pruebas
al público, si la emisora está
en condiciones», explicaba el periódico.
Todas las informaciones relativas a este
novedoso medio de comunicación
se englobaban bajo un mismo epígrafe,
el de ‘Radiotelefonía’.
Ahí cabían desde la programación
diaria hasta las noticias relacionadas
con lo radiofónico. Las primeras
pruebas de la emisora local –Radio
Castilla Valladolid– tuvieron que
subsanar algunos problemas iniciales.
«A las nueve y media en punto dio
comienzo el programa que se había
anunciado […] Este no pudo cumplirse
en todas sus partes, pues a las nueve
y cincuenta y nueve minutos dejó
de oírse su emisión. Según
hemos podido averiguar después,
obedeció ello a una avería
en los transformadores de modulación».
El Norte achacaba estas dificultades a
la premura en su presentación en
sociedad. «Eran las primeras pruebas
dadas al público, quizá
antes de tiempo, por calmar la impaciencia
de Valladolid por oírla y lo difícil
que es el ajuste hasta dejarla definitivamente
en condiciones de servicio».
Eran las primeras pruebas de una emisora
local que se puso finalmente en movimiento,
con todos los honores, dos meses más
tarde, el 7 de marzo de 1934. Una puesta
de largo que incluyó los discursos
y salutaciones del director técnico
de la emisora, Mata Villanueva; el gobernador
civil, Velarde Blanco; el presidente de
la Diputación, «señor
Pasalodos»; y el teniente de alcalde,
Gil Baños. Por si esto fuera poco,
actuó la Coral Vallisoletana. «La
audición, si no salió perfecta
por lo que hace a la modulación,
podemos decir que resultó muy bien,
dadas las malas condiciones acústicas
del salón».
La llegada de la radio a la ciudad se
ve acompañada por varias publicaciones
dedicadas al fenómeno radiofónico,
como la ya citada ‘Radio Valladolid’
o ‘Altavoz’. De cada lanzamiento
de una de ellas se hace eco el periódico,
que destaca, cuatro días después
de la puesta en marcha de la emisora,
el número especial de 28 páginas,
«escogido texto y profusión
de fotograbados y esquemas», de
‘Altavoz’, que recoge toda
la información referente a la inauguración
de este nuevo medio de comunicación
local. «Trae el esquema completo
y descripción técnica detallada
de la estación: las fotografías
de la emisora y estudios, programas, información
de la inauguración, etcétera».
Comienza una nueva era de los medios informativos
en la ciudad.