150 años de historia
LA TÉCNICA
LOS ORÍGENES
  1856-1866
  1867-1876
  1877-1886
LOS ALBA
  1887-1896
  1897-1906
  1907-1916
  1917-1926
  1927-1936
  1937-1946
  1947-1956
  1957-1966
ROYO-VILLANOVA Y ALTÉS
  1967-1976
  1977-1986
GRUPO CORREO-VOCENTO
  1987-1996
  1997-2006
 
 
Royo-VIllanova y altés
 
  Un paseo por la década
La ‘ludlow’. En realidad, era la ‘Nebitype’ de la imagen. Al fondo, los chibaletes con las matrices.
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maquinitas
Antonio g. Encinas
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Una legión de pequeñas y grandes invenciones han servido al periódico para progresar y adaptarse a los tiempos, desde el teléfono, que llegó a Valladolid en 1907, hasta la inédita Xenotron
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Inventos. Arriba, telefoto utilizado por el diario ‘El Correo’, similar al que usó El Norte. Sobre estas líneas, una Dimo que servía para hacer las etiquetas de los suscriptores.

 

 

 

 

 

 

LA TÉCNICA
Otros inventos
El fax, ahora en vías de extinción por la llegada del ‘email’; o el tipómetro, utilizado durante muchos años en la maquetación de páginas.
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En 150 años de historia, las rotativas se llevan, por la inversión que suponen y por su presencia descomunal, la gloria en la parte técnica del periódico. Sin embargo, su relevancia disminuiría sin la aportación de otros inventos en los que a veces se repara poco, e incluso de aquellos que se vieron desbordados tan rápidamente por el progreso que se quedaron inservibles antes de empezar a funcionar. Estos son solo algunos ejemplos.
LUDLOW: La Ludlow estaba a medio camino entre la composición manual y la composición mecánica. Recibía este nombre por la empresa fundadora, la Ludlow Typograph Co., aunque después surgieron otras fábricas que aportaron ingenios similares. La patente viene de 1913, y en ella se describe una máquina en la que el operador componía a mano los textos, generalmente en cuerpos bastante grandes, pero con matrices en lugar de tipos móviles. Después, el componedor se colocaba en la máquina y se rellenaba la línea con plomo fundido, igual que sucedía con la linotipia.
En El Norte ya existía una linotipia apta para componer titulares de un tamaño medio, pero la Ludlow se utilizó para cuerpos aún más grandes. El proceso era idéntico. El componedor, con las matrices colocadas, se fijaba a la máquina y a continuación se rellenaba la línea con plomo fundido. Las matrices, una vez sacada la línea, podían volver a utilizarse, al igual que ocurría con la linotipia. «Hacia 1970 se introduce la Ludlow», recuerda Miguel de Torre, «que ya funcionaba con matrices de linotipia de cuerpos grandes, del 48 o del 60».
Lo más curioso de la ‘Ludlow’ de El Norte es que, a pesar de que todo el mundo la conocía por ese nombre, en realidad era un modelo llamado ‘Nebitype’, de funcionamiento similar pero de apariencia distinta. Concretamente, la que aparece en la fotografía es una Nebitype NTC-61 de metal, y se comenzó a construir aproximadamente en el año 1930. La máquina consistía en un mecanismo que contenía un crisol para calentar el plomo, unas palancas y un motor.
LINOTIPIA ELEKTRON: En la sala de máquinas de El Norte de Castilla, compuesta por nueve linotipias, llegó a funcionar un modelo electrónico, la Lynotipe Elektron, que permitía una mayor velocidad a la hora de teclear las líneas. Paco Peláez, hoy jefe de sección de Diseño, trabajó con ella y comprobó hasta qué punto era más rápida que las tradicionales. Incluso se intentó adaptar para utilizarla junto con los procedimientos de cinta perforada, aunque esa idea se desechó pronto.
Para los titulares medianos ya empezaba a valer la linotipia, hasta el cuerpo 24 aproximadamente. Ya en 1969-70. En la linotipia para titulares solo se podían hacer titulares de hasta dos columnas de ancho. Si eran de tres, había que hacerlo de dos veces y luego se unía en la rama. Por eso, a veces los espacios entre palabras se ajustaban mal.
La de los titulares tenía cuatro o cinco almacenes de cuerpos distintos. Se hacían primero todos los de cuerpo 20, por ejemplo, antes de cambiar a otro.
XENOTRON: A veces las ganas de adaptarse a la tecnología de última hora provoca que las cosas salgan al contrario de lo esperado. Paz Suárez y Paco Peláez fueron los encargados de visitar la sede de ‘La Voz de Galicia’ para aprender a manejarla. Era a mediados de los ochenta. «Trajeron dos máquinas, se metieron las familias [tipográficas] y todo, y al final nada, no funcionó». Durante años, las dos Xenotron durmieron en las entrañas del polígono de Argales, hasta que desembocaron en el reciclaje. La leyenda habla de su elevadísimo coste, 11 millones de pesetas (66.000 euros) cada una, según unos, y 12,5 millones (75.000 euros), según Miguel de Torre. En cualquier caso, una cantidad de dinero ingente para unas máquinas que nunca llegaron a prestar servicio, aunque otras similares, los Atex de Kodak, sí lo hicieron en otros medios, como en ‘La Vanguardia’ o en ‘Las Provincias’, según recuerda José Luis Lloret, hoy subdirector de El Norte y entonces en el diario levantino.
El objetivo de la Xenotron era lograr que las páginas quedaran compuestas y listas para pasar a la fase de impresión. «Tenían que funcionar con filmadora, pero que no fuera de rayos catódicos, sino láser, y aquí no la teníamos: la láser filmaba fotos y tramas, y la de catódicos, solo textos y algún negativo», recuerda De Torre. Después llegó la era del Mac y eso acabó por condenar a los ‘xenotrones’, como eran conocidos en el periódico, al ostracismo.
TELEFOTO: Hace tan solo 25 años las fotos de agencia aún llegaban en el tren. Cerrar pronto el periódico era una quimera. Hoy se cierra una edición, la regional, a las once de la noche. Entonces el periódico se daba por concluido a las tres de la mañana. Fernando y Marcelino se encargaban de acudir a la estación y recoger las fotos hasta que en el año 1980 el periódico puso en la redacción el telefoto. Fue un aparato valiosísimo cuyo uso se propagó velozmente por los periódicos nacionales. Consistía en una especie de fax de alta calidad que permitía recibir imágenes. Llegaban junto con el pie de foto mecanografiado. El papel que se utilizaba para recibirlas era fotográfico, por lo que resultaba un procedimiento carísimo. La agencia Efe comienza a utilizar el sistema Unifax –en la imagen– en el año 1963. Según recuerdan los fotógrafos del periódico, el telefoto funcionó hasta 1995 o 1996, aunque en esa época ya se recibían pocas mediante ese sistema.
DIMO: La atención al suscriptor comienza por identificar su periódico. El Norte contaba antaño con una especie de Dimo que servía para grabar sobre zinc los nombres de los suscriptores. Esas planchas se pasaban después por una multicopista para sacar en papel las tarjetas que se pegaban sobre cada ejemplar con el nombre y la dirección del suscriptor.
TELÉFONO: El 17 de agosto de 1915, junto a una fotografía de las cinco sonrientes telefonistas de la Central de Teléfonos Urbanos, El Norte explica que a diario se transmiten 1.500 conferencias, «y en días de acontecimientos extraordinarios, pasan de 2.500». Desde el primer momento, aproximadamente desde 1907, el periódico cuenta con el servicio telefónico como una herramienta valiosísima. De hecho, se apresura a poner bajo su cabecera, bien visible: «Teléfono 71». Los epígrafes del estilo de «Conferencia Telefónica, Servicio especial de El Norte» son habituales. Cien años después de aquel 71, el 983 412100 no es sino la cabeza de un pulpo con 107 extensiones, móviles y delegaciones –Segovia, Zamora y Palencia– aparte.
REPROMASTER: Era una especie de cámara fotográfica, pero a escala gigante. Capaz, por su tamaño, de albergar en su interior a una persona. «Se cogía el original, se fotografiaba y se adaptaba a la medida a la que iba a ir en la página para hacer un negativo. Se utilizaba para hacer grabados, y se utilizó hacia 1950 y 1960», explica Miguel de Torre. Funcionaba con lámparas similares a las de los flashes antiguos. Máquinas parecidas evolucionaron hacia las filmadoras posteriores, que servían para crear los fotolitos necesarios para trabajar con el ‘offset’. Un fotolito es el cliché que reproduce la página sobre negativo.
GUILLOTINA: Una guillotina que funcionaba a pedal permitía cortar las planchas de zinc que contenían varias fotos, e incluso reducir el tamaño de las imágenes si se habían calculado mal para poder colocarlas en la página.

 

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