Iba para juez pero le sedujo
aquel Norte en el que Delibes le hizo un hueco
junto a Leguineche, César Alonso de los
Ríos o Martín Descalzo, en torno
al ‘Caballo de Troya’. Premio Cervantes,
se jubiló como director
.
En la
redacción. Jiménez
Lozano hojea un periódico en
la redacción de Duque de la
Victoria.
LAS PERSONAS
José Jiménez
Lozano
Licenciado en Derecho, Filosofía
y Letras y Periodismo, Delibes le
llevó a El Norte de Castilla
en los primeros sesenta. Premio Cervantes,
dirigió el periódico
entre 1992 y 1995.
...................................
Las mezcolanzas
entre religión y política,
aparte de no ser nada evangélicas,
acaban siempre en provecho del sostenimiento
de una política y en descrédito
de la religión». Era octubre
de 1963. En primera página se publicaba
una carta de Adolfo Sánchez, jefe
del grupo sindical remolachero, dirigida
al vicepresidente del Gobierno, Agustín
Muñoz Grandes, en la que reclamaba
una subida del precio de la remolacha
aprovechando la del azúcar. Fuera
por convicción o para asegurar
el éxito de la demanda, la carta
de Sánchez concluía con
un «Por Dios, por España
y por su Revolución Nacional Sindicalista».
En ese escenario de sumisión al
régimen, de censura e imposición
de contenidos, José Jiménez
Lozano (Langa, Ávila, 1930) se
permitía escribir en El Norte lo
que le dictaba su conciencia, párrafos
como el que encabeza esta página,
por más que sus columnas fueran
incendiarias en aquellos tiempos. La sutileza
de Lozano, que le permitía burlar
la censura y sustraerse a su control,
es que utilizaba otros personajes y otros
escenarios para exponer sus ideas. En
el caso que nos ocupa, aquel 20 de octubre
de 1963, Jiménez Lozano, en un
artículo titulado ‘La injusticia
de los hechos’, ponía en
boca del padre Séminel, un misionero
en Vietnam del Sur, el mensaje contra
el matrimonio Iglesia-Estado que gozaba
entonces de una rebosante salud en España.
Hablaba de la colonización francesa
en Vietnam pero describía una situación
más cercana. Y concluía:
«Consideraban una traición
situarse junto al dominador, que todo
el día andaba con el nombre de
Cristo en los labios y la injusticia en
los hechos».
José Jiménez Lozano, que
pasó su infancia en Arévalo
y después se trasladó a
Alcazarén, donde reside actualmente
y donde el 12 de diciembre del 2002 recibió
la noticia de la concesión del
Premio Cervantes, era licenciado en Derecho,
Filosofía y Letras y Periodismo
por las universidades de Valladolid, Salamanca
y Madrid. En los primeros sesenta andaba
preocupado por las oposiciones «porque
entonces lo que quería era ser
juez». Pero ya había publicado
sus primeras colaboraciones en el periódico
universitario ‘El cisne’,
del SEU, y posteriormente, en El Norte.
Entre los años 1962 y 1965 viajó
con frecuencia a Italia para seguir el
Concilio Vaticano II, sobre cuyo desarrollo
escribió en la revista ‘Destino’
y en El Norte de Castilla. Las ‘Cartas
de un cristiano impaciente’ recogen
sus impresiones sobre el Concilio, parte
de las cuales fueron recopiladas después
en el libro ‘Un cristiano en rebeldía’.
El profesor de la Universidad de Navarra
José Francisco Sánchez destaca
que en aquel tercer trimestre de 1963,
cuando se reincorporaba Delibes, había
dos líneas informativas claras:
el Concilio Vaticano II y una campaña
agraria. Dice Sánchez que «la
orientación sobre la información
del Vaticano hoy podría parecer
superficial, pero respondía a cierto
confusionismo reinante en aquellas fechas».
El hecho es que Jiménez Lozano
fue a veces exhaustivo, crítico
–«de seguir así las
cosas tendremos Concilio para 1970»–
y casi revolucionario –«La
representación diplomática
de la Santa Sede puede ser llevada a cabo
por laicos cristianos, ahorrando así
a los nuncios muchas horas de banquetes
oficiales y discursos banales y hasta
aislamiento del pueblo donde residen»–.
‘El Caballo
de Troya’ Delibes había contado ya
con él para aquella página
dominical ‘El Caballo de Troya’
donde compartía columnas con Pérez
Pellón, Martín Descalzo,
Leguineche o César Alonso de los
Ríos.
«Ideas políticas no teníamos
ninguno, excepto César Alonso de
los Ríos, que era rojo».
Luego, repasando, admite que Pérez
Pellón tuvo su época antiopus
y Molero y Campoy…, «bueno
nosotros hablábamos bajo para que
no nos oyera la policía»,
bromea. En 1965 entró en la nómina
de El Norte como redactor y durante años
fue una de las firmas de más prestigio
de El Norte, al tiempo que acumulaba premios
literarios. Apoyó también
a los nuevos redactores que llegaron con
la transición, sorteando las rigideces
del consejillo en el que compartía
una dirección efectiva junto a
Altés Villanueva, Rubio Sacristán,
Delibes y Royo-Villanova. Con Fernando
Altés Bustelo como director, fue
nombrado subdirector del periódico.
Jiménez Lozano, que habla francés,
italiano e inglés, leía
a diario la prensa internacional y se
hizo cargo de los editoriales y de la
‘Nota Internacional’, un comentario
diario y documentado que sustituyó
a la ‘Columna Internacional’
de Carlos Campoy.
Tras el fallecimiento de Fernando altés
Bustelo, Jiménez Lozano es nombrado
director en diciembre de 1992, cargo que
había desarrollado de facto durante
el último año por la enfermedad
de Altés. En 1995, tras la incorporación
de El Norte al Grupo Correo, Lozano se
jubiló, aunque siguió colaborando
en el periódico hasta el 2005.
.
La dirección
de 1995. María Eugenia Marcos,
Carlos Roldán, José Jiménez
e Íñigo Noriega en la redacción
de Argales.
.
Carlos Roldán
Fernando Bravo
.
Llevaba diez años
como delegado de ‘El Correo’ en Vitoria.
Carlos Roldán San Juan aterrizó
en El Norte en 1994 para tomar el relevo de José
Jiménez Lozano, que ejercía una
dirección delegada en los subdirectores
.
Como es
de suponer, quienes llevan años
trabajando en El Norte de Castilla, dejan
en la vieja casa y en viejos modos de
hacer las cosas muchos momentos de su
vida… pero todos ellos son también
tan responsables con el presente y el
futuro, como para sentirse muy a gusto
en lo nuevo, y el cambio –algo inseparable
del ser periodista: novedad continua y
nomadismo– no significa mucho más
que el estreno de mejores posibilidades
de hacer su tarea para un Valladolid y
una región de las que el periódico
es inseparable hasta por el nombre.»
José Jiménez Lozano no disimuló
una cierta nostalgia en el especial editado
por El Norte en marzo de 1995, con motivo
del traslado a las nuevas instalaciones
de Argales. En realidad se estaba despidiendo,
porque cuatro meses después de
publicar aquellas líneas se jubilaba
como director, tras casi un lustro de
desempeñar de forma oficial el
cargo.
Lo cierto es que Jiménez Lozano
no había sido un ejecutivo al uso
en la redacción de El Norte. El
control de la redacción lo había
llevado en cierta medida desde mucho antes
a través del ‘consejillo
de notables’, que se reunía
los martes a las siete de la tarde.
Cuando su nombramiento fue oficial, Jiménez
Lozano optó por una dirección
delegada en María Eugenia Marcos
(Palencia, 1953) que abandonó la
edición de los suplementos para
compartir con Íñigo Noriega
la subdirección, lo que no era
sino una dirección efectiva, apenas
tutelada por un intelectual que seguía
prefiriendo las tertulias literarias y
su refugio de Alcazarén a la redacción
del periódico.
Nueva propiedad Y en esto llegó el Grupo
Correo, actualmente Vocento, y Jiménez
Lozano, con el cambio de empresa y la
jubilación en puertas, se fue desprendiendo
del cargo de forma aún más
ostensible.
En noviembre de 1994 había llegado
a la redacción Carlos Roldán
San Juan (Bilbao, 1950), un licenciado
en Periodismo por la Universidad de Navarra
que durante casi veinte años, los
últimos diez como delegado, había
trabajado en la delegación de ‘El
Correo’ en Vitoria. Antes había
colaborado en publicaciones como ‘Disco
Express’, ‘Navarra 7 Días’
o ‘Norte Deportivo’. En el
tránsito de Vitoria a Valladolid,
Roldán pasó nueve meses
en Murcia, coordinando los cambios en
la redacción de ‘La Verdad’
que siguieron a su adquisición
por parte del Grupo Correo.
A Roldán le había allanado
el camino durante unos meses otro periodista
del grupo, Miguel Larrea, antes de acceder
a la redacción de El Norte como
director adjunto en 1994. En julio de
1995, tras la jubilación de Jiménez
Lozano, fue nombrado director. Carlos
Roldán tuvo como primeros colaboradores
a María Eugenia Marcos e Íñigo
Noriega.
Noriega (Santander, 1964) había
estudiado periodismo en Navarra y, tras
un máster en EE. UU., ingresó
en El Norte en 1987, cuando aún
eran redactores jefes José Antonio
Antón y Manuel Trapote. Desempeñó
diversas funciones hasta que, en 1991,
fue nombrado subdirector. Según
recogía aquel especial con motivo
del traslado, Noriega ponía en
la redacción «las gotas de
sensatez que produce una juventud bien
llevada; es de rotulador rojo fácil
y su palabra predilecta es ‘no’».
En mayo del 2004, Íñigo
Noriega fue nombrado director de ‘El
Comercio’ de Gijón.
Carlos Roldán impuso desde el principio
un estilo diferente en la dirección
de El Norte. La organización del
trabajo fue acaso uno de los aspectos
más llamativos. Pero no menos relevante
fue su interés por conocer a cada
uno de los integrantes de la redacción,
con quienes se reunió en grupo
e individualmente para conocer de primera
mano el equipo con el que iba a trabajar
durante los próximos años
y llevar a cabo una primera reestructuración.
El contraste con sus antecesores era notable.
Baste señalar que años antes,
cuando José Jiménez Lozano
era subdirector en la redacción
de Duque de la Victoria, una redactora
novel, pero que llevaba varios meses en
plantilla, le abordó dándole
unas palmadas en la espalda y preguntándole
por la información de los pueblos.
Le había confundido con un corresponsal.
Y eso no era probable que se produjera
con el nuevo director.
Lo cierto es que Roldán llegaba
a un periódico con una redacción
joven, a unas instalaciones modernas y
con un proyecto de expansión regional
que había culminado apenas unos
años antes con la apertura de tres
redacciones en Palencia, Zamora y Segovia.
La edición regional vendría,
ya bajo su dirección, así
como la edición de Internet.
LAS PERSONAS
Carlos Roldán
San Juan
Licenciado en Periodismo por la
Universidad de Navarra. Trabajó
20 años en la delegación
de ‘El Correo’ en Vitoria.
En 1995 fue nombrado director de
El Norte.
...................................
.
Los primeros
de Segovia. Teresa Sanz, Miguel
Ángel López, Gonzalo Ayuso,
Juana Hita, Fernando Aranguren, Javier Aguiar,
Angélica Tanarro y el fotógrafo
José María Díez ‘Pototo’.
.
las delegaciones
Fernando Bravo
.
El reto de ofrecer una
información exhaustiva sobre la región
más grande de Europa provocó un
cierto caos hasta que aparecieron las delegaciones
y, poco después, tres ediciones, más
en Palencia, Zamora, y Segovia
.
El sobre
del corresponsal de Palencia llegaba a
la redacción de Duque de la Victoria
y era el momento de las sorpresas. Podía
contener una información de actualidad,
un reportaje o... un recorte de ‘Diario
Palentino’ pegado sobre una cuartilla.
La edición de aquellas informaciones
también dejaba mucho que desear
en los primeros ochenta. Oculta tras el
tercer ladillo, y entre actos oficiales,
aparecía la noticia de un hombre
arrollado por un tren. Más adelante,
la de un segundo accidente ferroviario
en el que la víctima era un niño.
Los responsables de aquella sección
de Región, bajo cuyo epígrafe
se reunían las noticias de los
corresponsales de Mojados, Íscar,
Segovia, Aranda o Palencia, estaban desbordados
por el reto de ofrecer una información
exhaustiva de la región más
extensa de Europa y la fórmula
no podía ser otra que la apertura
de nuevas redacciones.
En 1984 un redactor y un fotógrafo,
bajo la supervisión de Manuel Trapote,
durante unos meses coordinador de la nueva
redacción palentina, ocupan las
instalaciones de José Zorrilla.
Javier García Escudero (Palencia,
1958) había estado vinculado como
corresponsal a El Norte. Licenciado en
Periodismo por la Complutense, había
trabajado en el desaparecido ‘Noticias
de Palencia’, en Efe y en ‘Diario
16’. Al llegar a El Norte era, además,
corresponsal de TVE en Palencia.
Juan José Ruiz Estébanez
(Palencia, 1956) había sido fotógrafo
de ‘Noticias de Palencia’
y posteriormente fue colaborador de El
Norte hasta que en 1989 entró en
plantilla. Obtuvo el Cossío de
fotografía por una imagen de Aznar
jugando al frontón.
Se preparaba ya la edición de Palencia,
que saldría en febrero de 1988
y empezaron a llegar más periodistas.
Isabel Calle (Palencia, 1959) licenciada
también en la Complutense llevaba
colaborando dos años cuando en
1987 entró en plantilla. Y con
ella, Isabel Fernández Barbadillo
(Tordueles, Burgos, 1957). Tras licenciarse
en la Autónoma de Barcelona había
participado en la creación de ‘El
Papel Burgalés’. Fue luego
corresponsal de El Norte en Soria y pasó
por la delegación de Medina antes
de incorporarse a la redacción
de Palencia. Ya en Valladolid, tras un
paréntesis como jefa de prensa
de las Cortes con Carlos Sánchez
Reyes, pasó por las secciones de
local y región. Actualmente es
redactora jefe de Vida y Ocio y Cultura.
Julio González Calzada (Palencia,
1962) fue el cuarto redactor que participó
en la puesta en marcha de aquella edición.
Licenciado en Derecho por la UVA, trabajaba
en Antena 3 cuando entró en El
Norte. Después lo hizo en Radio
Nacional hasta que se incorporó
a la redacción de Valladolid, donde
es jefe de sección de local.
‘El Correo’, cantera de Zamora
Desde principios de los setenta las mujeres
empezaron a cobrar protagonismo en la
redacción de El Norte. En la de
Zamora coparon la plantilla. Teresa García
Fueyo (León, 1959) licenciada en
Periodismo por la Complutense había
empezado a hacer prácticas en ‘Diario
de León’ en 1979. Seis años
después, tras pasar unos meses
por la delegación de Medina del
Campo pasó a la delegación
de Zamora. En 1988 dejó El Norte
para trabajar en la agencia Ical, más
tarde en ‘El Día’,
de Santa Cruz de Tenerife, y, finalmente,
en ‘El Correo de Zamora’.
En 1992 volvió a El Norte para
poner en marcha la edición zamorana.
Mar Domínguez Puente (Santurce,
1967) estudió periodismo en la
Universidad del País Vasco. Fue
redactora de ‘El Correo de Zamora’
y delegada de este periódico en
Benavente. En 1992 se incorporó
al proyecto de El Norte en Zamora y actualmente
es la delegada. La tercera redactora de
aquel equipo inicial fue Jacinta Esteban
Velasco (Cigales, Valladolid,1964). Licenciada
en la Complutense hizo sus primeras prácticas
en Radiocadena y en 1988 se incorporó
a la redacción de El Norte. Pasó
por la delegación de Medina del
Campo, volvió a Valladolid y más
tarde a Zamora donde participó
en el nacimiento de su edición.
En 1993 volvió a Medina donde fue
delegada hasta el 2000, cuando regresó
a la redacción de Valladolid.
Tabloide, en Segovia Estaban allí y llevaron
parte de la iniciativa. La delegación
y edición de Segovia nació
de un acuerdo entre Tabloide, una sociedad
integrada por cuatro periodistas, y El
Norte. Entre los primeros estaban Javier
Aguiar (Vigo, 1961). Licenciado en la
Complutense había colaborado en
la Cope y fue corresponsal de Colpisa,
Diario 16 y de TVE en Ávila y Segovia
y tenía en su haber algunas publicaciones.
Actualmente está en la redacción
de Valladolid. Angélica Tanarro
Martín (Madrid, 1958), licenciada
en la Complutense, trabajó en ‘El
Adelantado’ y fue corresponsal de
RNE, la SER e Ical. Ha editado varios
libros de poesía y desde 1997 está
en la redacción de Valladolid.
Miguel Ángel López (Segovia,
1957) fue otro de los fundadores de la
sociedad. Licenciado en Derecho por la
Complutense había trabajado en
Radio Segovia, en la Ser y en Antena 3
y fue corresponsal de El Norte antes de
abrirse la delegación. El cuarto
socio era Fernando Aranguren Gallego (Bilbao,
1959), licenciado en Geografía
e Historia que había trabajado
en ‘El Adelantado’ y fue corresponsal
de Radiocadena, RNE, Ical, Colpisa y ‘Ya’.
Los cambios en la delegación llevaron
a Segovia, como delegado, a Jaime Rojas
Toribio (Valladolid, 1964) licenciado
en Derecho por la UVA que inició
sus prácticas en la redacción
de Valladolid en 1984. Tras pasar por
deportes, nacional y local, fue nombrado
delegado en Segovia en el 2000.
Medina,
de paso. Francisco Peláez,
Tomás Menéndez, Miguel
de Torre, José Cuenca, Ignacio
Foces y J. Ángel Calvo. Por
Medina del Campo pasaron, además,
Teresa García Fueyo, Carmen
Llamas, Isabel Barbadillo y Jacinta
Esteban.
LAS PERSONAS
Javier García
Escudero
Delegado de Palencia
Teresa García Fueyo
Delegada en Zamora
Tabloide
Javier Aguiar, Miguel Ángel
López, Angélica
Tanarro y Fernando Aranguren gestaron
la edición de Segovia.