Tres centenares de manos
colaboran para que cada día salga publicado,
en forma de periódico, el equivalente a
una novela de más de doscientas páginas;
un auténtico milagro que exige coordinar
secciones tan dispares como la redacción,
la administración, los talleres y la rotativa
Los primeros
en entrar hoy han sido Manuel Fraile y
Alberto Yáñez, dos trabajadores
de la rotativa. La Harris tiene mucho
papel que imprimir por delante. «Llevamos
tres meses sin una sola mañana
libre», explica Víctor Yáñez,
el responsable de impresión. Y
este mes tampoco habrá descanso
para la máquina, más allá
del que necesite para someterse a una
revisión general. Desde las 8.30
hasta las 14.00, la rotativa de El Norte
tira 8.000 ejemplares del suplemento de
Universidad, de 12 páginas, que
se repartirán en el Campus. Otros
40.000 más del mismo suplemento
irán encartados en el periódico,
pero es que además toca imprimir
20.000 ejemplares más del gratuito
‘¡Qué fácil!’,
de León. Habrá trabajo asegurado
hasta las dos de la tarde, y después,
tendrán que estirar un poco la
jornada matutina para recoger y solventar
una pequeña avería. Hay
que dejar la Harris lista para que los
operarios de noche puedan ponerse manos
a la obra cuando esté preparada
la edición regional, allá
por las once y media de la noche.
A las 9.00, los encargados de administración
de las delegaciones y los trabajadores
de la Oficina Comercial de la calle Santiago
empiezan a llegar a sus puestos. En Palencia
llega el primer susto técnico de
la jornada, uno más de los inevitables
incidentes que se dan en tan complejo
entramado de redes. El administrativo
de la Delegación da la alerta a
los técnicos de Valladolid, que
ya tenían el aviso desde las 8.00,
cuando Telefónica detectó
la avería y emitió el aviso.
Los problemas en las comunicaciones, por
pequeños que sean, siempre causan
revuelo en el periódico.
.
10.15 de reuniones
Publicidad.
Paz Suárez da la primera
planilla, con Carmen Gutiérrez
al fondo.
Los jefes
de área, el director y los subdirectores
ya están en la redacción.
En el primer vistazo a la prensa del día
lo más leído no es el periódico
propio, sino el ajeno. Ver qué
ha hecho la competencia es obligado. La
primera reunión del día
sirve para comprobar en qué se
ha fallado y anunciar las primeras previsiones
informativas de la jornada. Desde el otro
lado del cristal se puede ver cómo
los jefes se afanan pasando las páginas,
con especial cuidado cuando llegan a sus
secciones respectivas.
Para cuando llega Paz Suárez con
la planilla de la edición del día,
los de publicidad ya llevan un par de
horas en el periódico. A las ocho
de la mañana comienza el ajetreo
en las oficinas, porque hay que colocar
la publicidad sobre las páginas
y crear en el sistema informático,
el ‘sema’, las cinco ediciones
del periódico. Es un paso obligado
para que después cada página
se complete con la publicidad asignada
por la mañana. La tarea de los
responsables de publicidad es ingrata,
sobre todo, cuando bajan a la redacción.
Por más que los anuncios sean indispensables
para la supervivencia del periódico,
a los redactores siempre les caen justo
en la página en la que no querían
publicidad. O les toca la ‘limpia’
el día que tienen menos información.
Es, por lo visto en la reunión
diaria, una batalla perdida. Después
llega el turno de las peticiones. «Si
sobra una de clasificados me la pido»,
dirán los de Deportes, «que
hoy tenemos muchas cosas y si no nos va
a quedar todo apretado y nos dejamos algunos
‘varios’ locales fuera».
Vida y Ocio, con la Seminci como extra,
quizá se queje por lo contrario
hoy, porque casi toda su plantilla está
presente en el festival de cine, por lo
que se han quedado en cuadro para cubrir
las demás páginas. «Hay
que apostar por los temas», reza
el modelo editorial, y esto de las apuestas
es lo que tiene: la Seminci manda.
.
11.00 en la calle
11.45
h. Información. Gabriel
Villamil y Toño Corbillón
entrevistan a Paskaljevic.
A las 10.30,
Gabriel Villamil ya está en el
hotel Olid Meliá, la sede desde
la que los medios de comunicación
siguen la información de la Seminci.
Prepara el portátil en la sala
de prensa, donde se quedará instalado
a la espera de que haya que enviar las
primeras fotos. A su lado se encuentran
ubicados los improvisados estudios de
las radios y las televisiones locales,
que emitirán gran parte de su programación
diaria desde allí. Villamil despliega
un folio en el que ha apuntado la agenda
del día y repasa la prensa para
ver cómo han quedado las imágenes
del día anterior, tanto en El Norte
como en el resto de los medios de la ciudad.
Es una obsesión de la que ningún
periodista, fotógrafo o redactor,
se libra. El invitado estrella hoy es
Goran Paskaljevic, que presenta la película
‘Optimist’. Gabriel Villamil
espera a que el director salga del hotel
para hacer las primeras fotos camino del
Teatro. «Hay previsto un ‘photo-call’,
que es como un posado para todos los medios
y lo prepara la productora, pero pretendemos
hacer unas cuantas fotos antes de que
llegue al Calderón. Después
tenemos concertada una entrevista con
él a las 11.45». No es raro
que los fotógrafos traten de conseguir
imágenes diferentes. El posado
de Paskaljevic, ante numerosas cámaras
de televisión y prensa, apenas
dura un par de minutos. Un despiste para
cambiar el objetivo y no habrá
fotografìa del invitado principal
del día.
Casi al mismo tiempo, pero en la otra
punta de la ciudad, los técnicos
han arreglado el problema de la Delegación
de Palencia. Alguien había desenchufado
por error un cable y les había
dejado sin conexión con Valladolid.
Esta vez solo ha sido un susto leve, afortunadamente.
Acto seguido toca solucionar otro pequeño
problema para evitar que algunas imágenes
del suplemento especial del 150 aniversario
salgan sin trazado. «Estoy preparando
los ‘pdf’ del especial que
estáis haciendo para que se puedan
filmar. Algunas transparencias quedaban
mal y hay que hacer otro proceso. Vamos
a hacer un flujo para que utilicen procesos
con un ‘software’ diferente,
más moderno, para que el ‘pdf’
sea fiel reflejo de lo que hay en la página»,
explica José Antonio en el ininteligible
argot técnico de los informáticos.
A lo largo del día las incidencias
se suceden. Una vez es la impresora de
la Mesa de Redacción la que da
problemas, en otras ocasiones puede haber
un problema de comunicaciones. Todo se
solventa con rapidez casi milagrosa, aunque
la gravedad del caso se puede evaluar
solo con ver la cara de los técnicos.
En el Calderón, y con puntualidad
rigurosa, lo que es extraño en
las ruedas de prensa, Paskaljevic comienza
a responder a las preguntas de los medios
con la ayuda de una traductora. Toño
Corbillón, el redactor encargado
de cubrir la información, habla
con el fotógrafo para programar
la entrevista. Mientras el director de
cine charla, Gabriel Villamil vuelve al
hotel Olid Meliá, donde otra redactora,
Sonia Quintana, entrevista al músico
Acho Estol. Un café y un botellín
de agua componen el escenario y, al fondo,
un piano da la excusa para la imagen.
El fotógrafo le coloca allí
y le invita a tocar algo mientras dispara.
Después, tras una llamada de la
jefa de área de Vida y Ocio, Carmen
Diez, habrá más fotos en
la entrada del hotel, por si es precisa
una silueta del músico para ilustrar
la última página del suplemento
de la Seminci.
Con media hora de retraso sobre lo previsto,
y tras atender a una cadena de televisión,
el director Paskaljevic se somete, por
orden, a la sesión fotográfica
con El Norte y a la entrevista. Gabriel
Villamil pide prestada una silla en la
cafetería situada enfrente del
Calderón y le coloca sentado de
espaldas a La Antigua, ante la mirada
asombrada de los viandantes e incluso
de algún conductor que aminora
la marcha. Esa será al día
siguiente la imagen principal de la primera
página del periódico, por
más que a Paskaljevic le abrumen
los continuos disparos de la cámara.
«Le dernier photo», ruega
mientras abre los brazos.
.
12.30 previsiones
12.30
h. En página. Javier
Asua y Nacho Foces preparan las 2
y 3 con José Luis Lloret.
12.30h.
Al papel. Lloret pinta las
páginas.
13.00h.
Técnicos. Iván
arregla la impresora.
13.30h.
Anuncios. Carlos prepara
la publicidad.
La sede
del polígono de Argales rebosa
actividad. En la planta de arriba se ultiman
las planillas de las delegaciones; en
talleres, Carlos, ‘photoshop’
en ristre, prepara los anuncios que lucirá
el periódico al día siguiente;
y en la redacción, las informaciones
empiezan a llegar. Y lo hacen acompañadas
de algunos de los que han salido a buscarlas
o bien a través del teléfono.
Víctor Borda regresa de la rueda
de prensa de José Luis Mendilibar,
técnico del Real Valladolid, en
el estadio. Al día siguiente hay
partido de Copa del Rey, ante el Nástic
de Tarragona, y la gran duda consiste
en saber si Sergio Asenjo, un portero
de 17 años y medio, debutará
oficialmente con el primer equipo. «¿Va
a jugar?», se le pregunta al redactor
antes casi de que pueda sentarse. «No
es seguro, pero parece que sí,
así que lo pondremos como probable»,
responde.
En la Mesa de Redacción, Carmen
Gutiérrez y José Luis Lloret,
los subdirectores, se encargan de recoger
los primeros avances de las informaciones
del día, y comienza la puesta en
página de los temas que están
más desarrollados. El desfile empieza
con la sección de Nacional, Mundo
y Economía, apenas un esbozo que
sirve para informar a otros periódicos
del grupo. El Norte abastece a otros diarios
de Vocento de estas páginas comunes,
así que urge enviar una primera
aproximación de los temas que se
van a tratar. Uno de ellos destaca por
encima de todos, quizá por solidaridad
gremial. Un fotógrafo español
ha sido secuestrado en Gaza. «Cuando
lo he visto pensé que era Alfonso
del Moral», comenta Ramón
Gómez, jefe de fotógrafos,
recordando a un chico de prácticas
que se lanzó a hacer de ‘freelance’
en aquella zona tras pasar por El Norte.
A las 12.55 llega el turno para los de
Deportes. Miguel Ángel Pindado,
jefe de sección, llega con las
previsiones y con un cambio de anuncio.
Casi antes de que pueda comentarlo aparece
Beatriz, de publicidad, y le pregunta:
«¿Lo has cambiado?».
«Sí, hemos cambiado un 5x5
–media página de publicidad–
a la 41, porque en la 39 nos estropea
la entrevista con Javier Baraja»,
justifica. Beatriz toma nota en el planillo,
que habrá que corregir para meterlo
en el sistema informático y que
no dé problemas cuando la página
se envíe a talleres.
En Vida y Ocio la estrella es la Seminci.
«Todavía no tengo las fotos
de Gabi, pero las va a meter a primera
hora de la tarde», explica Carmen
Diez.
Llega el momento de plantear las páginas
2 y 3 sobre el papel. La apertura del
periódico, salvo suceso de última
hora, suele estar prevista de antemano,
e incluso con días de antelación,
porque es la presentación del diario
al lector, y precisa una puesta en página
más cuidada. Sucede lo mismo con
las demás secciones, pero en el
caso de estas dos requiere, si cabe, un
poco más de atención. Javier
Asua es el redactor que tiene el tema
del día. «Las llevamos limpia
y con un 3x5, con una pieza que es una
información general sobre las plazas
de aparcamiento que están construyendo»,
desgrana Nacho Foces, jefe de área
de Valladolid y Castilla y León.
A su lado, el redactor explica un poco
más en detalle el asunto. «Se
van a construir hasta mayo 2.228 plazas,
y el 75% ya están vendidas».
José Luis Lloret trata de imaginar
cómo se puede ilustrar gráficamente.
«Podemos poner unas tartas con las
plazas totales de cada uno y cuántas
están vendidas», propone.
«Habíamos planteado un cuadro
con todos los aparcamientos, con los datos
actualizados a día de hoy»,
replica Asua. Ambas fórmulas sirven,
y se diseña un gráfico mixto,
con los aparcamientos situados en un plano,
las plazas de que disponen y las tartas
de los cinco nuevos.
En todo este proceso ha pasado una hora.
A las 13.35 vuelve Carmen Diez. Mientras
la jefa de Vida y Ocio plantea las páginas
de la Seminci, Javier Asua explica a Pedro
Guerra, el infógrafo, cómo
es el gráfico de los aparcamientos.
Sus voces se entrecruzan. «Hay que
poner el estado de venta de los cinco
aparcamientos», pide Asua. «Para
portada va a ir Paskaljevic», anuncia
Carmen. En Seminci, además, hay
un ‘problema’, la publicidad.
«En las centrales llevamos un 8x4
y un 4x5. En la 6 podíamos meter
Punto de Encuentro, y dejar en la 7 Tiempo
de Historia, y así el encuentro
de Carlos Iglesias con los chicos del
Núñez de Arce lo mandamos
a la 8». Propuesta aceptada. Al
fin y al cabo, las centrales van en color,
así que hay que escoger bien lo
que se ofrece en ellas.
Cuando la Seminci acaba de plasmarse en
papel son las 14.30. En la redacción
solo quedan José Luis Lloret y
Teresa García Fueyo, de la Mesa,
y Carmen de los Ríos, Julio Calzada
y Liliana Martínez, de Valladolid
y Castilla y León. Y es que los
concejales, consejeros y demás
funcionarios acaban a las tres de la tarde,
así que hay que apurar las últimas
llamadas antes de poder ir a comer.
.
16.30 a escribir
17.30h.
Planificación. Agustín
y Zósimo disponen los cambios
y las paginaciones.
18.00h.
A maquetar. Kote crea una
página en el ordenador.
18.15h.
La imagen. Carmen y Ramón
eligen la mejor foto.
18.40h.
Allá va. Asua ya ha
empezado las 2 y 3.
La redacción
vuelve a la vida a las 16.30, cuando empieza
a llegar todo el mundo. A las cinco, José
María Cillero pasa por la Mesa
de Redacción para definir con más
concreción los temas de las secciones
de España, Mundo y Economía.
«La bajada de los pantanos se la
queda Vida y Ocio», advierte José
Luis Lloret. «Bien, tenemos lo del
fotógrafo secuestrado. El Gobierno
palestino ha pedido disculpas y ha dicho
que hará lo posible por liberarle.
Tenemos un perfil de él, reacciones
de Moratinos y documentación de
otros secuestros similares en la zona».
En Economía vuelve un tema recurrente
y preocupante, las hipotecas, aunque hoy
con una buena noticia, «el Gobierno
reducirá los gastos de las hipotecas
por ley en el 2007». Las tres secciones
se escrutan al milímetro para que
las previsiones que se pasan a los demás
periódicos sean lo más fieles
posible. «Hay una cosa menor, que
las aerolíneas de bajo coste han
traído a España el 31% de
los turistas. Solo es un dato, pero merece
la pena darlo», considera Cillero.
El resto de las secciones pasa de nuevo
por la mesa para dibujar sobre papel los
asuntos principales. En el caso de Local,
el redactor de sucesos, Jorge Sanz, llega
con una perla. Unos días antes,
dos personas tirotearon a los porteros
de una discoteca. «El colombiano
al que buscaban se ha entregado»,
había dicho por la mañana.
El caso se complica ahora. «Había
sido detenido por atracar a mano armada
doce veces, dimos la apertura en su día.
Ahora se ha entregado y dice que iba puesto
de cocaína y que no sabía
lo que hacía», añade
Sanz. La cuestión está clara.
«Hay que titular de modo que se
vea que el mayor atracador de calle de
los últimos años se entrega
tras pegarle un tiro al portero de la
discoteca», explica. El otro implicado
en el suceso, además, ha comparecido
en un juicio por tráfico de drogas
por la mañana, y allí estaban
el redactor y el fotógrafo de El
Norte. «Hay una foto del tipo que
lleva la cartera de su abogado»,
advierte Ramón Gómez. Ya
está claro que el tema va a ir
en primera página, aunque el hecho
de no tener una foto potente va a jugar
a favor de la Seminci como imagen del
día.
Al otro lado de la redacción, en
talleres, se gesta la composición
del periódico. Algo que no hace
demasiados años exigía plena
dedicación de un buen número
de operarios, y que ahora se somete a
un proceso informático. Desde las
17.30 horas, Zósimo Villalba pone
orden dentro del caos ayudado por rotuladores
fosforito y mucha paciencia. Las planillas
de talleres son como un rompecabezas de
neón con lógica propia.
La publicidad pasa de ser un dibujo sobre
el papel a convertirse en una orden concreta
para el ordenador. «Región
lleva ocho páginas menos»,
advierte Zósimo, lo que implica
tener más cuidado aún para
que después no salgan páginas
repetidas. Los cambios de las ediciones
se subrayan en amarillo, rosa y verde,
y se saca el astralón para saber
qué planchas tienen que salir de
los ‘cetepés’, las
máquinas descomunales que las crean
a partir de los ‘pdf’ de las
páginas. Si la página 24
va en las ediciones, el ordenador recoge
esa información, que además
se plasma en la planilla. Si cambia en
Castilla y León y Zamora, por ejemplo,
también.
La base de modelos sirve para ir haciendo
el periódico, sobre todo para aquellas
páginas que no se prestan a diseños
especiales. Sin embargo, reportajes, temas
de primera de sección y algunos
más pasan por las manos de los
maquetistas. Carmen Diez prepara las de
la Seminci con José Cuenca. «¿Le
pongo una frase de las de fulanito de
tal y cargo?», pregunta el diseñador.
«Sí, pero sin cargo, que
todos son realizadores». Gabriel
Villamil ya ha empezado a enviar las fotos
desde la sala de prensa de la Seminci.
.
19.00 la primera
19.05h.
Decisión. La reunión
sirve para titular los temas claves
de la primera.
20.00h.
Más tarea. En talleres
se hacen las esquelas.
20.30 h. Multimedia.
Bravo lee los temas.
23.00
h. Listas para imprimir.
Isidro comprueba la plancha de la
información de sucesos, que
va en la página 4.
Hacia las
18.45, el director, Carlos Roldán
y los subdirectores, en este caso solo
José Luis Lloret, estudian los
temas que van a ir en primera. Se decide
que la foto será la de Goran Paskaljevic
en la Seminci, así que Ramón
Gómez, esta vez con la ayuda de
la jefa de Vida y Ocio, escoge las mejores.
Los temas, con su valoración correspondiente,
y la foto se entregan al maquetista, Paco
Peláez, que prepara el diseño
de la página. «Esta foto
cabe mejor si dejo una línea de
título por debajo», comenta.
Otra, la que se tomó mientras el
director suplicaba a los fotógrafos
que terminaran ya, no encaja bien en el
formato previsto en la página,
así que se desecha.
A las 19.00 horas, el director, la Mesa
de Redacción y los jefes de área
se reúnen para repasar los temas
del día y poner los titulares.
La primera página es la cara que
el periódico mostrará en
el quiosco al día siguiente, y
hay que mimarla especialmente. Cada responsable
da sus titulares y un breve resumen. Nacho
Foces añade en este momento un
nuevo matiz a la información de
sucesos. «Nos han añadido
ahora el dato de que el pistolero de la
discoteca tiró la pistola al río»,
cuenta. El robo de armas de ETA en Francia
centra ahora la actualidad en la sección
de España. En Vida y Ocio, un tema
provoca el debate. «Hay un estudio
que dice que el 30% de los estudiantes
de Madrid no acepta que haya inmigrantes
en sus aulas», explica Carmen Diez.
Parece un tema de primera, aunque la jefa
de área no está muy de acuerdo.
«No me parece una situación
muy extrapolable a Valladolid»,
argumenta. Además, la muestra es
de dos mil personas, lo que relativiza
los resultados. La alternativa son los
aparcamientos. Decidido, el asunto se
cambia.
Comienza la tarea de escribir los titulares.
Paco Peláez se encarga mientras
la página se proyecta en una gran
pantalla. «El colombiano buscado
por el tiroteo de la discoteca La Rosaleda
se entrega en el Juzgado y confiesa ser
autor del disparo», dicta Nacho
Foces. No cabe, así que se elimina
‘la discoteca’. Sigue sin
entrar en el cuadro de texto. «¿Se
entrega y confiesa la autoría de
los disparos?», sugiere alguien.
Perfecto. Uno a uno, se confeccionan todos
los titulares. A continuación se
dan las primeras previsiones para el día
siguiente. «El AVE se probará
mañana entre Matapozuelos y Segovia»,
o «el Valladolid jugará la
ida de la Copa contra el Nástic».
Después se escoge la pregunta de
la encuesta telefónica de la página
6. El tema es la reproducción terapéutica.
La idea es cuestionar si el lector concebiría
un hijo para salvar a otro. «Ponlo
más científico», insiste
el director. Finalmente, ya fuera de la
reunión, Nacho Foces la redacta
así: «¿Se sometería
a técnicas de reproducción
asistida para salvar a un hermano enfermo?».
Son las 20.15 horas cuando la puerta de
la sala de reuniones se abre.
La impresora de la Mesa de redacción
empieza a soltar las primeras páginas
hechas, revisadas por los jefes de área
y listas para que la mesa eche un último
vistazo antes de enviarlas al taller.
De la tarea se ocupan Fernando Bravo y
Teresa García Fueyo. Bravo hace
un breve parón para intervenir
desde el estudio de radio montado en la
redacción. Como cada día,
toca leer los titulares que serán
parte de la primera página de El
Norte al día siguiente. Mientras,
en Deportes, Víctor Borda cuelga
el teléfono y lo que cuenta obliga
a cambiar entera la página 41:
«Roldán Rodríguez
va a correr el próximo año
en GP2 con el equipo Minardi».
A esta hora, nortecastilla.es ya tiene
colgada la foto y la información
de la Seminci. Esta joven sección
ha comenzado a trabajar a las ocho de
la mañana, cuando Beatriz Sastre
revisa la forma en que han pasado las
informaciones del papel a los bits. Eugenia
García se encarga de la última
hora, y es quien cuelga en este caso la
foto de Paskaljevic, mientras que Carmen
Nuño actualiza todos los canales
que alberga la web.
.
23.30 Cierre
24.00h.
Revisión. Juan Carlos
se queda de cierre.
La edición
regional ya está lista, y las de
Zamora, Palencia y Segovia lo estarán
en breves momentos. En redacción
solo queda Juan Carlos León, de
cierre, que seguirá en el periódico
hasta las dos de la mañana. Entre
sus funciones está revisar todas
las primeras de las ediciones para evitar
errores. Hoy, cuando todo parecía
controlado, le toca hacer un cambio rápido
que solo entra, por cuestiones horarias,
en la edición de Valladolid. El
fotógrafo español secuestrado
en Gaza por la mañana es liberado,
y la noticia llega, con los primeros avances
de las agencias, sobre la una de la madrugada.
Juan Carlos abre la página en la
que viene la información y sustituye
rápidamente el titular y los primeros
párrafos de la noticia. El resto
puede quedar igual, porque se refiere
a otros secuestros precedentes muy similares
y recoge las reacciones del Gobierno español.
Al día siguiente, la edición
de Valladolid de El Norte informa en la
primera página de que Emilio Morenatti
ha sido liberado. Dentro, en la apertura
de la sección Noticias del Mundo,
se incluye la primera imagen de Morenatti
tras su liberación, e incluso las
declaraciones del redactor gráfico
recogidas por las agencias.
.
24.30 la rotativa
24.00h.
Casi lista. Germán
coloca las últimas bobinas.
24.30h.
Primera Edición. La
rotativa empieza a tirar Castilla
y León. Hay que ajustar la
cantidad de tinta.
24.45h.
Cierre. Tomás revisa
un ejemplar.
24.50h.
Con cuidado. Domingo, en
la plastificadora.
1.00h.
Adiós. Los ejemplares
de Castilla y León, listos
para ser distribuidos.
En talleres,
Isidro recoge la última plancha
de Castilla y León, que sale de
la máquina, la CTP, impresa, troquelada
y lista para colocarse en la rotativa
con un código de barras que indica
qué página es, a qué
edición pertenece, así como
la sección, si es de color o de
negro y a qué hora se ha cerrado.
Solo quedan unos pocos en talleres, entre
ellos Zósimo Villalba y Agustín
Fernández. Zósimo es quien
da la orden de poner en marcha la rotativa
cuando toda la edición regional
está lista. Agustín se quedará
hasta las dos o las tres de la mañana,
según el día, para comprobar
que el periódico de Valladolid
no tiene páginas repetidas ni anuncios
que ‘pisen’ el texto por error.
La enorme rotativa tiene a su servicio
a cuatro personas en la planta de arriba
y una más en el sótano.
Manuel Martín Torices, jefe de
sección; Víctor Yaque, Jesús
Lozano y Javier Díez se encargan
hoy de equilibrar el tintado, colocar
las planchas en los cilindros de la máquina
y supervisar la tirada. Un desajuste de
un milímetro en las páginas
de color puede provocar un predominio
del amarillo, del cyan o del magenta,
lo que equivale a tirar los periódicos
al reciclaje. Debajo, Germán González
coloca y prepara las bobinas de papel
para los cambios. «Antaño
tenían que mover las bobinas entre
dos personas, haciéndolas rodar
hasta la máquina. Ahora se colocan
sobre este raíl y se transportan
con más facilidad», explica.
Hasta veinte cambios de bobina tendrá
que hacer hoy.
Zósimo entra en la nave pasadas
las doce y cuarto, y comienza la impresión
de la edición regional. A los pocos
segundos de darle al botón, la
máquina, a ritmo lento, expulsa
los primeros ejemplares. Todos se abalanzan
para coger el primero. Comprueban el color,
el nivel de negro y los anuncios. Si hay
algún desajuste, se corrige, se
vuelve a comprobar y, si todo está
correcto, se eleva la velocidad de la
rotativa. Estos primeros periódicos
tienen un tacto y un olor diferente. La
tinta todavía brilla sobre el papel,
que parece plastificado, y los dedos se
manchan al pasar las páginas. Con
el primer vistazo, Javier Díez
se lanza al cuerpo que tiene el color
y regula el magenta, que ha salido demasiado
cargado. Los demás comprueban los
niveles de negro, porque algunos anuncios
pierden los matices de los grises. Todo
esto mientras la máquina continúa
imprimiendo, a un ritmo lento, los primeros
ejemplares. Conforme salen por la plegadora
se vuelven a examinar para continuar con
el ajuste de los colores.
Un monitor contabiliza todo el proceso.
A las 12.25 la edición regional
ya está lista para distribuirse.
En cada puesta en marcha de la rotativa
y ajuste de tinta se pierden doscientos
o trescientos ejemplares.
Los periódicos siguen su camino
por el engranaje. Por el ‘gusano’
mecánico llegan hasta los marcadores,
donde se encartan automáticamente,
en la edición de Valladolid, los
suplementos de Universidad preparados
por la mañana y atados y preparados
en unas gigantescas bobinas. Después
proseguirán hasta alcanzar la sección
de cierre, donde los esperan Tomás
Menéndez y Alfonso Calero. La máquina
prepara los paquetes, los ata y salen
por una cinta transportadora hasta el
muelle a la espera de que lleguen las
furgonetas. Unos cuantos periódicos
llevan un camino distinto. Son los de
los suscriptores. Pasan por las manos
de Domingo, que es quien maneja la máquina
plastificadora, una novedad desde primeros
de año, que hace que lleguen a
sus dueños en perfectas condiciones.
Casi sin tiempo para disfrutar de la primera
tirada de la noche llega el turno de Zamora.
A las 12.45, tras un problemilla de ajuste
de la plancha del rojo, ya está
en marcha. Después seguirán
Segovia y Palencia, siempre en ese orden,
hasta que, algo más tarde de las
dos de la mañana, comiencen a imprimirse
los más de treinta mil ejemplares
de la edición de Valladolid. Dos
horitas de trabajo por delante solo para
para tirarlos, con Agustín Fernández
como supervisor del primer ejemplar que
sale de la plegadora. Son casi las cuatro
de la madrugada cuando la edición
de Valladolid está al fin lista.
Después, aún quedará
la tarea de recogerlo todo y preparar
la máquina para preimprimir por
la mañana, a partir de las 8.30,
otros suplementos.