EFE
Houston (Texas). lunes, 21
«A las tres horas y cincuenta
y seis minutos de la madrugada de ayer,
20 de julio, el hombre puso el pie en
la Luna. A ninguna vieja gaceta, a ningún
periódico, pero ni siquiera a ningún
mensajero de ningún otro tipo le
ha sido concedido el anunciar una tan
fabulosa noticia como la que hoy suministramos
a los lectores. Una noticia que, por los
demás, ha podido ser vivida a través
de la televisión en todo el mundo
y que ha hecho de la hazaña norteamericana
realmente una hazaña humana. Una
nueva era ha comenzado.
Por lo pronto, como en el caso de ciertos
descubrimientos bioquímicos o de
los realizados en el campo de la genética,
menos espectaculares pero más ricos
en consecuencias, aunque este viaje a
la Luna, una cosa queda clara además
de la perfección asombrosa a que
ha llegado la tecnología: la perfectibilidad
del hombre y el íntimo sentido
progresivo de la especie humana. Son miles
de años —probablemente millones—
los que separan al hombre de las cavernas
de estos otros hombres que acaban de alunizar
cumpliendo un sueño de dominio
de la naturaleza por parte del hombre
y haciendo retroceder un poco más
lejos los mitos y los viejos terrores
astrales que gobernaron al mundo con un
prestigio divinal. El cristianismo otorga
al hombre por primera vez la convicción
de que el universo entero es real y modelable,
que carece de toda entidad divina, que
es criatura. [...]
Una vez dentro del Águila o módulo
lunar, los astronautas Armstrong y Aldrin
tomaron la decisión de cambiar
su programa personal para aprovechar las
buenas condiciones luminosas de la superficie
lunar y en lugar de proceder inmediatamente
a ingerir alimentos para iniciar luego
su periodo de descanso se dedicaron a
tomar abundantes fotografías de
la Luna.
Los dos astronautas del módulo
lunar, Armstrong y Aldrin, procedieron
de nuevo a la despresurización
del Águila a las 8.45 (hora de
Madrid), con el fin de abrir otra vez
la escotilla para poder arrojar a la superficie
lunar sus dos mochilas y el material inútil
de a bordo. Tres minutos más tarde
y una vez cerrada la escotilla definitivamente,
volvían a presurizar la cabina.
A las 9.27 horas se deseó buenas
noches a los tripulantes del Águila.
Armstrong respondió: «OK».
Se espera que los astronautas sean despertados
alrededor de las 14 horas.
A las 10.35 horas (hora española)
el astronauta Neil Armstrong, a bordo
del módulo lunar Águila
sobre la superficie de la Luna se hallaba
descansando y quizá amodorrado,
pero no durmiendo, informó el Centro
de control de Houston.
Por otra parte, añadió el
Centro de Houston, el astronauta Collins,
a bordo de la nave de mando Columbia,
en su 21 órbita alrededor de la
Luna continúa su descanso iniciado
a las 8.35 horas.
He aquí los momentos culminantes
de la hazaña del módulo
lunar o Águila y los astronautas
Armstrong y Aldrin:
Domingo: 21.17 (hora de Madrid). El Águila
se posa sobre la superficie de la Luna.
Lunes: 03.54 (hora de Madrid). Armstrong
es el primer ser humano que huella la
Luna.
Lunes: 04.16 (hora de Madrid). Los astronautas
izan sobre la Luna la bandera de los Estados
Unidos.
Lunes: 04.51 (hora de Madrid). Conversaciones
telefónicas Nixon-astronautas.
Lunes: 06.19 (hora de Madrid). Los astronautas
se hallan de nuevo a bordo del Águila
tras haber terminado con éxito
su paseo y misión sobre la superficie
lunar.»
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