El guionista de las Edades del Hombre

MARÍA AURORA VILORIA

Las Edades del Hombre, la gran aventura de la Iglesia en Castilla y León y el proyecto cultural más importante de los últimos quince años, nacieron una tarde de verano alrededor de la mesa camilla de un despachito de Alcazarén. Las idearon José Jiménez Lozano y quien fue hasta su muerte el comisario general, el sacerdote José Velicia.

Luego, cuando la idea se convirtió en una realidad gracias al apoyo de la Junta de Castilla y León y la entonces Caja de Ahorros de Salamanca, Jiménez Lozano se convirtió en el guionista de todas las exposiciones, desde la primera, que acogió la Catedral de Valladolid en 1989.

Al escritor se debe, por tanto, la configuración de las exposiciones en varios capítulos que terminan con el jardín del Paraíso y en las que casi siempre hay sitio para la austeridad de una celda carmelita.

Jiménez Lozano, que escribió los guiones de las cuatro exposiciones de la primera etapa -las que acogieron, además de Valladolid, las catedrales de Burgos, León y Salamanca-, el de la muestra que viajó a Amberes, y los de El Burgo de Osma y Palencia, publicó además 'Los ojos del icono', un ensayo que acompañó la muestra iconográfica vallisoletana.

En 1990, escribió también el texto de otro libro editado por Las Edades del Hombre, 'Estampas y memorias', un volumen que, como afirma José Velicia en el prólogo, incluye letras e imágenes. Las primeras escritas por Jiménez lozano, «cuyo nombre está inseparablemente unido a esta apasionante aventura cultural»., afirmaba el comisario general.

El escritor es además el autor de la letra de una cantata para Las Edades del Hombre que tiene música compuesta por Pedro Aizpurua.