Muere Umbral, uno de los grandes cronistas del siglo XX

El escritor y articulista falleció a los 72 años en Madrid a causa de un fallo respiratorio agudo

Sus restos serán incinerados hoy en una ceremonia civil en el madrileño cementerio de La Almudena

Miguel Lorenci

 

 

Luto en las Letras por la muerte de Francisco Umbral. Genial renovador del idioma, explorador de la memoria colectiva y personal, e indiscutible y controvertido maestro del Periodismo, el escritor murió en la madrugada de este martes a los 72 años y pidiendo recado de escribir a su esposa, María España Suárez. Su salud estaba quebrada desde hacía varios años, y en la madrugada de ayer no pudo superar la crisis cardiorrespiratoria que acabó con su vida. Sus restos serán incinerados hoy en una ceremonia civil en el cementerio madrileño de La Almudena. Sus cenizas reposaran junto a los restos de su único hijo, fallecido con seis años e inspirador de su novela, ‘Mortal y rosa’.

La capilla ardiente con los restos de Francisco Umbral quedó instalada en el Hospital Montepríncipe de Boadilla del Monte, en el norte de Madrid, donde falleció el laureado escritor, tan admirado como denostado, poco después de las dos y media de la madrugada. No pudo superar una parada respiratoria aguda que devino en colapso cardíaco. Poco antes de morir trató de dictar a su mujer la que hubiera sido su última columna.

Horas después, acudieron a rendirle homenaje y dar el último adiós destacadas figuras del Periodismo, la Literatura y la vida cultural y pública española, por más que la capilla ardiente se quiso reservar para el duelo de amigos y familiares. Tanto los Reyes de España como los Príncipes de Asturias expresaron su pesar mediante sendos telegramas remitidos a la viuda del escritor. La Familia Real destacó en su misiva que Umbral «ha sido una figura imprescindible de la Letras españolas» y cómo «fue capaz de crear un lenguaje personal en una obra de exquisita riqueza conceptual y literaria».

También el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se dolía por el fallecimiento del escritor y articulista. Como los Reyes y los Príncipes, Rodríguez Zapatero envió un telegrama a la familia de Umbral para expresar su pesar y ofrecer sus condolencias. Lamentó el presidente «la dolorosa pérdida» del escritor que, a su juicio, «deja un profundo vacío en la Literatura española, que contribuyó a renovar con una obra densa y un estilo propio, y en el Periodismo, al que aportó durante décadas su singular e iconoclasta visión».

Horas y güisquis

En el Café Gijón, donde Umbral recaló en los años sesenta y desde donde se consagró como el gran cronista de la cambiante España de la segunda mitad de siglo XX, se le recordó con una fotografía, una imagen del escritor dispuesta sobre el velador en el que consumió horas y güisquis, cultivó tertulias y amistades y engrandeció el Periodismo con su artículos.
La salud de Paco Umbral se había quebrado hace cuatro años, cuando una neumonía derivada de una operación intestinal lo colocó al borde de la muerte. No restablecido del todo, retomó su cita diaria con la columna, escrita siempre en su vetusta Olivetti. Umbral se había mantenido activo hasta el pasado mes de julio, cuando le fue extirpada una parte del colon. El 28 de julio remitió a ‘El Mundo’, diario en el que recaló en los años noventa, su último artículo titulado ‘Eugenio D’Ors’, publicado en la serie ‘Los placeres y los días’.

El director de este rotativo, Pedro J. Ramírez, afirmó que el gran mérito de Umbral fue «elevar el artículo a la categoría de obra de arte». «Nadie como él ha hecho un género literario en sí mismo», dijo Ramírez, que se refirió al articulista como «el mejor escritor de periódicos en la historia del periodismo español». «Ha sido una referencia en la vida española de los últimos cincuenta años», dijo.