En la primera planta, la Tierra en el Universo
Comprende dos grandes apartados: La Tierra en el Sistema Solar y Más allá del Sol, y su aspecto formal será de módulos independientes o interconectados
 


La fotografía muestra la situación de la Tierra en el Universo. /A. E. Caño

Ubicada en la planta primera de la exposición permanente y con una superficie regular de 225 metros cuadrados, la sección ‘La Tierra en el Universo’ comprende dos grandes apartados que han sido diferenciados con distintos nombres: ‘La Tierra en el sistema solar’ y ‘Más allá del Sol’. Es uno de los espacios más interesantes del museo y será, sin duda, uno de los más visitados por el público.

Su aspecto formal viene dado por la presencia de módulos independientes o interconectados, de tal forma que en ‘La Tierra en el sistema solar’ los visitantes pueden encontrar los siguientes puntos: el sistema Sol-Tierra, la noche y el día, la Luna, fases de la Luna, eclipses y el sistema solar y sus órbitas. En ‘Más allá del sol’ se encuentran: las constelaciones, la Vía Láctea y las galaxias.

El público podrá acceder a la sala a través de las escaleras mecánicas y por una puerta que la  divide en dos espacios de quince metros de largo a derecha e izquierda. El recorrido natural que debe seguir el visitante gira hacia el espacio de la derecha –en él se encuentra ‘La Tierra en el sistema solar’– para, una vez visitado, girar de nuevo hacia el espacio de la izquierda –donde se ubica ‘Más allá del Sol’–, para salir por la puerta sur que da a los ascensores y a la escalera convencional. El público también tiene la opción de volver hacia la puerta para subir a la Sala de Cartografía, a través de las escaleras mecánicas.

Profundidad
El resultado final, con la utilización de colores oscuros, distintos espejos, iluminaciones específicas para cada situación y momento, etcétera, consigue que el público tenga una sensación de profundidad e infinitud, de tal forma que el visitante no tiene una referencia nítida de dónde están las paredes y dónde se encuentra el techo.

No obstante, la señalización del recorrido y las salidas han sido lo suficientemente claras como para evitar que el público se desoriente durante su visita a este espacio.

Antes de la conclusión de esta sección, todos los módulos fueron estudiados previamente para que no perdieran su rigor científico, sus valores pedagógicos y didácticos, algunos de los principales objetivos que persigue el Museo de la Ciencia.