
La imagen superior muestra, exteriormente,
el recinto donde se encuentra la sala de
exposiciones temporales, con ese tono verdoso
que proporciona el cobre oxidado /A. E.
Caño
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La
sala de exposiciones temporales cuenta con
una superficie de 822,92 metros cuadrados,
y aunque posee una clara autonomía,
su acceso se produce desde el vestíbulo
general. Además, está bordeada
en su perímetro por la pasarela que
conectará el barrio de Parquesol
con el Museo de la Ciencia y por los elementos
que forman el aparcamiento general del museo.
Por
este motivo, el nivel inferior de su volumen
se define de manera neutra, mediante un
prisma nítido de ladrillo negro,
dejando al cuerpo superior, ya liberado
de compromisos, la condición más
expresiva.
Su
interior está concebido como un espacio
diáfano y libre, que permite una
gran versatilidad para la instalación
de muy diferentes manifestaciones-
Esta
sala se ha construido mediante una retícula
de pilares cilíndricos de hormigón
(7,40 por 7,40 metros entre ejes, en su
nivel inferior, y cuya altura es de 5,70
metros). Esta disposición ortogonal
soporta un sistema de vigas situadas sobre
las diagonales de la retícula, de
moda que definen unas naves en forma de
artesa que incorporan tanto la luz natural
como la artificial.
Todo
el espacio se encuentra climatizado, con
puntos de conexión eléctricos
y digitales –estos últimos
mediante fibra óptica–.
Diferencia
de ámbitos
La
sala de exposiciones temporales, que alcanza
una altura total de 11,40 metros, presenta
una diferenciación de ámbitos.
El pasillo de acceso y la zona de información,
al soportar la pasarela general del edificio,
es de altura baja, y de paso a la sala que
se construye según los niveles indicados.
La presencia de las naves en diagonal, además
de adecuarse a la captación de la
luz norte, crea una tensión especial
debido a su direccionalidad, que contrasta
fuertemente con la
indiferencia
de la retícula inferior.
El
nivel superior se manifiesta al exterior
como sucesión de naves cubiertas
con cobre patinado, formando un cuerpo que
muestra, a su vez, la contraposición
diagonal sobre su basamento prismático.
La
reiteración de las naves favorece
la condición fabril que el museo
quiere mostrar, a la vez que permite una
iluminación adecuada. El volumen
de la sala de exposiciones temporales cierra
la plaza en su lado poniente y se constituye,
en cierta medida, junto con el aparcamiento,
el planetario y el auditorium, en la fachada
del museo hacia la carretera de Salamanca.
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